Una de las características que por lo general está inscrita dentro de lo que suelen decir que define parte de la personalidad de El Andarin es lo que yo denominaría la Improvisación planificada. Imagino que ya pensarán en donde habré rebuscado semejante expresión. Los diccionarios no tienen nada que ver en ello, tampoco "el pana google". Me he inventado el término buscando darle nombre a una situación que me suele ser habitual y que no sabía como definir. Pero es muy simple, quizás fácilmente deducible.
En la mañana del 08 de Octubre se me pasó por la mente aprovechar que las lloviznas otoñales y la nubosidad nos dan un respiro y que el clima está suave y muy agradable. Así que por la tarde sería una buena ocasión para salir cámara en mano y dejarme sorprender y ver que imágenes podría captar aprovechando que estamos prácticamente en el inicio del otoño. Eso era lo unico planificado. El resto, improvisado. Comencé en la Puerta del Sol, punto emblemático de Madrid que a las 17:00 tenía escaso movimiento, el sol picaba un poco y los artistas que trabajan como "esculturas vivientes" estaban tomando un descanso refugiados bajo la sombras de las estatuas de la plaza donde la escasez de transeúntes y su natural bullicio era suplido por el sonido de martillos y pistoletes de las reformas que se ejecutan en el edificio conocido como Tio Pepe. Salgo de la plaza andando dirección Calle Alcalá pensando que un buen lugar para presenciar el atardecer es el Parque El Retiro. Entro en el número 31 de la calle Alcalá a ver una exposición del fotógrafo alemán Thomas Ruff. Si bien hay para todos los gustos, algunas fotos me agradaron por lo conseguido con mucho trabajo técnico, con otras, sin embargo, no conseguí ese feeling que me llenase. Seguí caminando tranquilmente en medio de una actividad relativamente escasa por las aceras de La Gran Vía hasta donde está la estatua de La Cibeles protegida y vallada. Supongo que por el desfile del 12 de Octubre y no por el triunfo del Real Madrid baloncesto ante el Barcelona en la final de la supercopa de basket español.
A medida que voy avanzando en dirección al estanque, lugar de gran atractivo turístico pero también predilecto de personas que quieren contemplar una puesta de sol en un ambiente muy especial, comienzo a ver escenas que no escaparán de la ágil comunicación entre la vista y las manos para poner al cámara en posición y capturar el momento. En la mayoría de las escenas aprecio a personas en estado de relax y satisfacción, unas al sol, otras a la sombra. Curiosamente he ido apreciando las escenas una vez vistas las fotos en casa pues básicamente buscaba ángulos e imágenes de colores contrastantes muy típicas del otoño más no personas.
En vista de que en varias ocasiones he estado frente al estanque, también en sesión relax, y visto allí algunos atardeceres, decido seguir adelante y recorrer otras instancias del parque. Paso por Casa de Vacas, luego por el Palacio de Velázquez y llego hasta el Palacio de Cristal, edificación levantada en 1887, al igual que el lago que está frente a el, como una especie de invernadero para una exposición de flores filipinas. Es un lugar del parque en el que no había estado aunque si había visto interesantes fotos. A la hora que llego ya el sol se encuentra detrás del palacio, las hojas y ramas de los árboles que están del lado de atrás permiten que por instantes el sol pase entre ellos dando orígen a interesnates imagenes.
Decido regresar al Palacio de Cristal a ver que imágenes podría obtener con la aparición de la noche. Cuando regreso al lugar donde estaba anteriormente encuentro a un señor ácompañado de su perro, un terrier negro, tomando fotos con trípode pues estaba utilizando tiempos de exposición largos (para absorber mas luminosidad en la semioscuridad) y requería estabilidad para evitar fotos movidas. Como yo no tenía trípode utilizada la reja, cuya superficie es recta, como punto de apoyo y poder tomar las fotos. Sin embargo, no podía usar tiempos de exposición tan largos como los del "vecino". Aún así, me gustó lo visto y lo obtenido con el añadido de que para ese momento ya nos acompañaba la luna y se convertía en otra protagonista de las imágenes.
Ojalá sea capaz de transmitir en pocas líneas y a través de las impagenes las sensaciones percibidas en una maravillosa tarde otoñal en el parque El Retiro.


Claro que lo has conseguido! me han encantado tanto las fotografías como las palabras que has elegido para acompañarlas, gracias!
ResponderEliminarMe alegra saberlo Celina, gracias.
ResponderEliminar