sábado, 12 de septiembre de 2015

Paseo Irún - Bilbao, día 3. Camino de Santiago del Norte


 

Dia 3: Guernica – Bilbao (35 km):

 

A las 07:00 horas ya no puedo dormir más. Luego de la tormenta de la madrugada conseguí conciliar sueño profundo que solo ha sido interrumpido esta mañana por el movimiento en la calle de las terrazas comenzando a abrir para servir café y desayuno. Todo parece indicar que el cuerpo se ha recuperado del cansancio de la larga jornada de ayer y me voy preparando anímicamente para afrontar una etapa que, en principio me llevaría hasta Ontón o a Castro Urdiales después de rodar 65 u 81 km dependiendo de donde decidiera parar.

 

Tomo café en el mismo bar donde cené anoche y emprendo camino a las 09:00 buscando la BI-635 y luego la BI-2121 con la finalidad de poder pedalear sobre piso cómodo. La compensación, no tan positiva en este caso, es que hay cierto volumen de tráfico al ser lunes por lo que hay que extremar la precaución si bien es cierto que el arcén (hombrillo) es relativamente ancho.  Me paso sin darme cuenta el desvío de carretera y continúo por la BI-635. Pronto comienzan las cuestas, los sube y baja aunque en esta ocasión el piso permite pedalear y no empujar la bici. Sin embargo, comienzo a sentir que las piernas no van del todo bien. Hace calor, mucha humedad, transpiración elevada y eso hace consumir con rapidez el líquido de los bidones teniendo que parar a recargar en un bar en Autzagana aproximadamente a los 15 km. Las pulsaciones van bien pero las piernas no. Unos kilómetros después comienza descenso hacia Amorebieta que da un poco de ánimo aunque duraría poco. El trayecto hasta Bilbao transcurre todo por carretera,  a ratos pendientes relativamente suaves pero sin ser capaz de poner un ritmo decente.

 



 

IMG-20150831-00244-horz.jpgSigo los carteles indicativos que me llevan hasta la zona del museo Guggenheim cruzando sobre la Ria del Nervión o Ria de Bilbao, como mejor se prefiera, por el Puente de la Salve, ese bonito puente atirantado con su arco color rojo intenso que da gran contraste a la zona. Paro finalmente en la plazoleta que está delante de la entrada principal del Guggenheim donde un banco de madera sirve tanto para recostar la bici como para sentarme un rato contemplando la escena. El famoso gato vegetal, el museo, el puente, las escalinatas que bajan hacia el paseo junto a la ría. Un refrescante y relajante escena que me hace olvidar por unos minutos el cansancio y las molestias de las piernas.

 

Entro al amplio centro de información que se encuentra justo frente a mi para averiguar tanto la continuación de la ruta del camino como la ubicación del albergue. El trayecto desde el banco hasta la mesa de información se me hace duro. Las piernas parecen dos troncos macizos carentes de mucha flexibilidad. Subir y/o bajar un par de escalones me hace recordar las sensaciones luego de terminar el Maratón de Nueva York 1987. Recibo gentilmente la información solicitada y regreso a sentarme en el banco, beber un poco de líquido que aún hay en los bidones y contemplar el lugar. Era la 1:00 pm, aún quedaban 30 km hasta Ontón o 45 hasta Castro Urdiales. En principio distancias asequibles con lo que quedaba del día. Luego de consultar nuevamente el Wikiloc y el libro tomo la nada agradable decisión de parar en Bilbao y dar por concluido el paseo. Para una persona acostumbrada a cumplir todos los retos planteados y que en casi 40 años de actividad deportiva solo había abandonado 2 pruebas (Un triatlón ½ Ironman en la Isla de Margarita por caída y una travesía a nado de los ríos Orinoco y Caroní agotado por nadar contra una corriente de 9 nudos) era un sinsabor, un trago amargo de saborear, sensación de decepción.

 



 

IMG_0129.jpgPensaba en el recorrido del Camino de Santiago Francés hace 2 años que hice sin demasiados inconvenientes pero no tiene punto de comparación posible. Aún cuando tienen similar desnivel positivo, los caminos de Francés están en mucho mejor estado que los del Norte y no hay tanto sube y baja constante. Hasta hoy ya llevaba 3500 mt de desnivel positivo acumulado en apenas 170 km. Faltaban aún 700 km y otros 9000 mts de desnivel por cubrir y en esas condiciones iba a ser mas sufrimiento que entretenimiento. Y no era la idea. El rodaje previo que había hecho para preparar este trayecto, tanto en km como tiempo de rodaje,  realmente no tenía nada que ver con lo encontrado. Difícil decisión pero finalmente la tomo. Pongo rumbo al albergue según las indicaciones recibidas. El recorrido pasa frente a la estación de autobuses de Bilbao y luego llega una cuesta de mas o menos 1,5 km con inicio superior al 12% que termina de comerme la moral. Las piernas no pueden pedalear ni con el piñón mas grande por lo que termino el trayecto empujando la bici cuesta arriba hasta el albergue. Desde arriba de ve la ría, el museo marítimo, el Guggenheim, el Puente de la Salve, la torre de Iberdrola y el imponente nuevo estadio San Mamés.

  

DSC07687 - copiaA.jpgEl albergue esta fenomenal, amplio, con una cancha de futbol sala para los chavales de la zona, con unas vistas de la ciudad maravillosas y una atención inmejorable por parte de los hospitaleros. Toca desmontar todo de la bici, ubicarme en la cama asignada, ducha y comer, ya el cuerpo lo pide. A continuación comienzo a averiguar como enviar la bici a casa ya que desde Bilbao no hay tren que permita acceso de bicis como “pasajero”. Al bajar a la planta inferior del albergue a colgar la ropa lavada “tropiezo” con una caja para bicicleta de Seur. Fue de una persona que envió su bici desde Galicia a este albergue para iniciar desde ahí su Camino de Santiago. Consulto con los del albergue y me dicen que puedo utilizarla, que para ellos mejor pues no sabían que uso darle. Maravillosa coincidencia. Finalmente consigo contactar con servicio de envío, habida cuenta de que tenía la caja donde enviarla por lo que solamente me faltaba gestionar mi regreso a Madrid.  La noche concluye con una deliciosa cena preparada de manera conjunta por varios de los peregrinos alojados en este albergue, unas “Patatas a la riojana” que estaban muy buenas y acompañadas de una variada ensalada. A las 22:00 todos durmiendo.

 

Dia 4 paseo por Bilbao y retorno a casa

 

Aún cuando para mi sería día sin prisas también me tuve que levantar temprano, como todos. El albergue cierra de las 08:00 a las 15:00 hora en la que abren para recibir a los próximos peregrinos. Así que rápidamente a dejar todo acomodado y metido dentro de la caja de la bici. Solo faltaba cinta de embalaje y dejar que al día siguiente fueran a recogerla los transportistas. Un alegre desayuno de café y tostada compartiendo con el resto de los peregrinos. Unos daban por terminada su travesía a pie en Bilbao (así lo tenían programado) y otros continuaban. Relatos, comentarios y lo mejores deseos entre todos marcan la despedida con el lema de BUEN CAMINO para quienes continuaban.

 

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IMG_0072-horz.jpgMe tocaba bajar a la ciudad a gestionar el billete de bus y aprovechar de pasear un poco por la ciudad. En lugar de bajar por la cuesta que tocó subir ayer, utilizo un “atajo” recomendado por el hospitalero, unas escalinatas que llevan hasta el comienzo de la cuesta y muy cerca de la estación de autobuses. El día comenzó gris y lluvioso, leve pero lluvia al fin. Consigo billete para las 18:00 y sigo camino del centro cámara al hombro. Lo primero fue localizar una librería – papelería para comprar la cinta de embalaje y ya luego tiempo para lo que quisiera. Una opción era ver exposición en el Guggenheim. Sin embargo, el cuerpo y la mente me pedían aire libre, pasear a ver que otras posibilidades me ofrecía la ciudad. El ojo y el dedo índice comienzan a divertirse junto con la cámara. Utilizo el plano indicativo que me habían dado ayer para buscar sitios de interés y tratando de que fueran en dirección hacia el albergue ya que debía subir de nuevo a completar el embalaje de la bici.

 

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IMG_0041-horz-vert.jpgRecorro un parque en la vía al museo de Bellas Artes, que no conocía, y paso un rato disfrutando del verdor del césped, de unas señoras mayores ejercitándose en unos bancos con pedales, que se ven mucho en las ciudades y/o pueblos, protegidas de la lluvia con sus paraguas. Luego con unos patos, Cisnes y Pavos Reales hasta llegar al museo que, desafortunadamente, estaba cerrado por ser martes. Sigo andando y llego hasta el Mueso Marítimo, una instalación que tiene una parte al aire libre y otra en salas interiores. Sorpresa cuando en el interior me dicen que a partir del 1 de Septiembre los días martes es entrada libre, o sea, desde ese día. Genial.  La exposición interior es bien interesante, especialmente una que terminaba ese dia y de título MONSERRAT. La exposición narra la hazaña de 9 hombres que huyen de la posguerra española en un balandro construido a tal efecto y que se lanzan dirección México en Julio de 1950. Dejo el enlace a esa exposición para quien le interese.


  http://www.museomaritimobilbao.eus/mmrb/web/exposiciones/exposicionesficha.asp?cod=B64771F0-FF5F-4274-AA43-5F79747C429B&IdExposicion=292BF5C4-BFB7-4921-87FF-E33A3566D118&IdIdioma=C

 

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Luego de comer emprendo el ascenso de los 330 escalones hacia el albergue, subida que voy haciendo con calma pues la musculatura de las piernas esta tocada. Dosificando esfuerzo se hace sin mayor dificultad. Una vez arriba, termino de dejar el embalaje listo, me despido de los amables hospitaleros y de vuelta hacia abajo. Una nueva ojeada a la preciosa vista que a esta hora, las 16:30 es mejor que la de la mañana, mas luminosa pues cesó la lluvia y el sol resplandece a ratos entre las nubes.  Directo a la estación de autobuses para retornar a la capital con el aliciente de haber podido presenciar un atardecer muy bonito desde la ventanilla del bus.

 

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Hasta la próxima!!

2 comentarios:

  1. Maravilloso, Espectacular fotografía, interesante tu "odisea" , como siempre: placer leerte.

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  2. Precioso todo. Las metas no se incumplen, se modifican. Fuiste, viste y venciste.

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